Gracias a gestiones de la Mesa del Asociativismo el banco Credicoop cooperativo y solidario colaboró con el comedor al que recurren muchas familias de Las Perlas.
Desde hace más de seis años Pamela Sandoval lleva adelante en su propia casa el comedor infantil «Pancitas llenas corazones contentos», donde además de asistir con alimentos a familias que son derivadas desde el centro de promoción comunitaria de Balsa Las Perlas también realiza diferentes tareas de contención social, todo por esfuerzo propio y en condiciones adversas por la falta de un espacio adecuado para funcionar y también la carencia de elementos de cocina acordes a la cantidad de alimentos que deben preparar cada jornada.
Desde el año pasado el comedor forma parte de la red de centros de integración que reciben asistencia de la UTEP, en este caso con la colaboración de beneficiarias del programa Potenciar Trabajo que cumplen su contraprestación de diez horas semanales en el comedor, lo que ha permitido extender el servicio y brindar además de la vianda del almuerzo una copa de leche por las tardes.
Pero la demanda crece constantemente y desde el área de desarrollo social del municipio ya manifestaron que no tienen recursos para ampliar la partida de mercadería que recibe el comedor, que desde hace varios meses resulta insuficiente y Pamela debe poner muchas veces de su propio bolsillo para comprar la carne y las verduras y poder responder a la demanda de las familias que cada día cuentan con el comedor para recibir un plato de comida. La provisión de garrafas que recibe mensualmente también se agota antes de completar el mes.
La Mesa del Asociativismo puso en conocimiento de las autoridades del Banco Credicoop esta situación y se logró gestionar un aporte que permita paliar aunque sea provisoriamente la carencia que atraviesa este comedor.
