Este sábado a la madrugada Casandra comenzó con muchas contracciones y supo que algo estaba por pasar con su beba. Estuvo un rato caminando en su casa, tratando de no despertar al papá, hasta que no pudo más y juntos decidieron ir hasta el Centro de Salud de Las Perlas, caminando casi diez cuadras. La noche estaba más fresca de lo que esperaban y no había un alma en la calle.
La tía de Casandra nos cuenta lo que pasó cuando llegaron a la salita: «ahí la atiende una enfermera que no la revisa, que le dice que no está para tener a su bebé, que es una falsa alarma». De nada sirvieron las protestas del papá de la beba, porque ya varios días antes en el control del hospital en Neuquén les habían dicho que ya tenía dos de dilatación y no podía ser que no fuera nada. «No le importó nada, les dijo que no, ni la revisó y le dijo que le ponía una inyección para parar el dolor de las contracciones y que se fueran a la casa, caminando los mandó a esa hora de la madrugada.»
Con Casandra muy adolorida y caminando como podía se fueron, pero no hicieron la mitad del camino cuando ella sintio que rompía bolsa y enseguida «que se le iban las piernas y el bebé se le salía». Fueron varios minutos de mucha desesperación. Casandra estaba en el piso y la beba nació, cayó sobre la tierra y golpeó su cabecita. La taparon con la remera del papá y la pusieron sobre la panza de la mamá para que tuviera algo de calor. Ella gritaba que la beba no lloraba y estaba fría. No pasaba nadie por la calle.
«Entonces mi sobrino me vino a buscar a los gritos, que su beba había nacido en la calle, y yo salí así descalza a golpear puertas para que nos ayuden pero nadie me respondía, solo los perros ladraban y no pasaba un auto», recuerda Karina. Finalmente «pasó una trafic pero siguió de largo…» Un momento de enorme angustia y desesperación, Casandra aún no despedía la placenta y la beba estaba todavía con el cordón umbilical vinculado a ella.
«Había salido para ir a trabajar», contó Lucho, el vecino que iba en la trafic. «Vi algo que me llamó la atención, personas en la calle, pero primero seguí mi camino. Pero me quedé pensando, que un accidente no era porque no había un auto ni nada, y se veía que eran por lo menos dos mujeres, así que decidí pegar la vuelta y ver que pasaba. Cuándo llegué y me encontré con esa escena de la beba recién nacida no lo podía creer».
Karina se emociona todavía al recordar cuando se dio cuenta que la camioneta iba a regresar a ayudarlas. Como pudieron subieron a Casandra y la bebé, todavía con el cordón, a la trafic y de ahi al centro de salud donde menos de una hora antes les habían dicho que no estaba para tener la beba. Ahora sí, con el parto acontecido la ambulancia las trasladó a Neuquén, donde las atendieron, controlaron a la mamá y su beba y constataron que milagrosamente estaban en perfecto estado de salud, la beba con un peso de 3,700 kilos.
Pero la indignación vibra en la voz de Karina cuando reflexiona lo que podría haber pasado y el peligro que corrieron su sobrina y la bebé que nació en plena calle. Los familiares de esta pareja han lanzado una convocatoria para concentrarse este lunes 6 de marzo a las 18 horas frente al Centro de Salud para solicitar explicaciones de lo ocurrido. La Dirección del Hospital Moguillansky de Cipolletti, del cual depende el CAPS Las Perla, no quiso hacer declaraciones pero anticipó que se abrirá un sumario interno para investigar lo sucedido.